Te
ví llorando tras la ventana
sin
parar de leer
aquella
nota triste
que
apagó tu sonrisa
con
un nudo en tu garganta.
No
quise hacerte daño
pero
tras el papel
había
una historia
que
había sucumbido a las caricias
y
los besos que nos ofrecimos mutuamente.
Quise
advertirte que el que
quema
pequeñas fantasías
al
final pega fuego a los sueños.
Si…!!!
tras la ventana llorabas
maldiciendo
el destino
y
rompiendo en mil pedazos
aquel trozo de papel
que
era la clara muestra
de
que todo había acabado
y
tras cada lágrima
se iba perdiendo un recuerdo,
una
vida, una ilusión.