Atravieso el mundo de los sueños
queriendo ver la luz
y llegar a la otra orilla
sin que se tambalee mi ilusión,
pero solo veo
sombras
sombras que me ciegan,
sombras que se adueñan
de la oscuridad de la noche.
Tras la inmensa fuente inagotable
de un sentimiento,
está una caricia, un beso,
que te apasione,
te aturda,
que cure la ceguera
y deje ver la ansiada luz.
Verte a ti resplandeciente,
tras ese recuerdo de juventud
seria mi gran deseo
y volver a sentir,
aunque sea solo en un sueño,
efímero y ligero…
tu sonrisa,
que me haga llorar de alegría
y transforme un mundo de sombras
en una cascada de luz brillante
que ilumine el atardecer de la vida.
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