domingo, 14 de octubre de 2012

COMO UN SUEÑO QUE SE DESVANECE


Atravesar con mis ojos querría,
tu alma radiante de luz púrpura,
humeante de sueños
engarzados en mi espíritu
y agarrados en la penumbra
que una noche
dejó entre tu y yo,
besando la vida
que correteaba despacio
 pero a la vez…
 era un suspiro veloz
imparable que partía
de nuestras entrañas.
En aquellas algarabías
que nos hacían sentir inmortales,
aquellos apetitos eternos
de ti y de mi
que amamantaban la ilusión.
Esos ojos que
también atravesaron el tiempo
haciendo de un día
toda una vida.
Y vivimos
atravesando nuestro corazón
con nuestros besos,
apagando de esperanzas
las hermosas amapolas
que suspiraban cuando
nuestras almas se cruzaban
ávidas y sedientas
de caricias y de pretensiones.
Pero los sueños y los deseos
son como el aire
volátiles… efímeros…
breves… fugaces…
y en la inmensidad de un sueño
se pierden desvaneciéndose,
marchitándose agazapados
en un rincón triste de nuestra alma.