Atravesé
como si con una espada fuera
el corazón de aquellas alucinaciones
que sombrías deprimían mi ánimo
y
entre sollozos y penas
quise
atravesar también los sueños
que
me crearon tanta aflicción,
que
hicieron que las lagrimas
se
deslizaran por mi mejilla
haciéndome
sentir desgarrada el alma
por
cada milímetro por el que pasaban.
Y
me sentí morir
cuando
te vi en sueños
y
al despertar vi que no estabas,
sentí
esa agonía que te hunde
en
la desesperación de aquel
que
llamando al deseo
se
ve frustrado por la realidad
que
no era otra que la perdida
de
parte de aquella felicidad
que
nos unió cuando
se
cruzaron nuestros caminos.
Y
quise atravesar de un golpe,
de
un tajo
lo
mas negativo que guardo
en
mi corazón,
para
decir adiós
a aquella parte de mi
que
ahogo en el océano de la tristeza,
que
entierro en la parte
mas
honda de mi sentimiento.