domingo, 14 de mayo de 2017

VENCEJOS


Volabais bajo
rozando el murmullo del viento
con vuestras alas extendidas
sintiendo como el aire
acaricia vuestro pequeño cuerpo.
Siento pena,
como aquel año en mi infancia,
 aquel salvaje
extendía el alambre asesino
girándolo en el aire
hasta que chocabais
con la extensión de su corazón
ignorante
y lleno de maldad,
sin ver ni apreciar vuestro bonito vuelo
y el sonido maravilloso que emitís
ese chirrido celestial
al meceros en el aire.
Y no hay primavera
que me quede embelesado mirándoos
y recordando también a la vez
la crueldad del hombre
capaz de matar por puro placer.
Pero año tras año
seguís llenando de color el cielo
alegrándonos los días
con vuestros vuelos
hasta que el ciclo de la vida pasa
y os vais llevándoos mi corazón
y esperando volver a veros
al año siguiente.