En estos momentos
que la vida nos golpea,
nos aturde, nos somete,
nos hace hincar la rodilla en tierra,
me quedo con la benevolencia
que el ser humano puede cometer,
con los abrazos que el alma da.
Extendiendo sus largos brazos,
acurrucando con dulzura
a aquel que padece,
con la solidaridad entre las personas
sean de donde sean,
con la ofrenda que un
corazón resplandeciente
puede prodigar.
En estos momentos
solo hay lugar para lo bueno,
aunque a veces el consuelo
es lo que nos anima a seguir,
porque el ser humano
se caracteriza
lamentablemente
por lo cruel que puede ser en ocasiones,
pero también por todo lo contrario,
desgraciadamente es así,
es la vida, el ying y el yang.
En estos momentos,
solo quiero ver las lágrimas que caen
cuando se ofrece la mano
para entregar
el corazón
o como se da la vida
con total entrega.
En estos momentos
es cuando aflora lo mejor…
que llevamos dentro.
