sábado, 20 de septiembre de 2014

CORRÍ DEMASIADO

Corrí tras mis deseos
con desesperación, falto de ilusiones,
descalzo de sueños,
viviendo el sabio delirio de la vida.
Pero corrí tan deprisa
que no me di cuenta que 
había que saborear las cosas,
parar y observar, apreciar, creer.
No debí de correr tanto
pues todo se desvanecía a mi paso
perdía el color y la forma.
Apague la sed de amar
pero a su vez creé
la ansiedad de sentir
y vi como tu mirada agonizaba
en la existencia de nuestros sentidos,
subí a lo más alto buscándote
pero por más que subía
no supe ver
que por mucho que subiera
no iba a encontrar lo que estaba tan abajo,
tan próximo a mi
tan infinitamente cerca.
Y corrí… corrí tras mis deseos
sin llegar a alcanzarlos,
sin llegar a abrazarlos
perdiendo así…
el sabor de lo amado.