domingo, 21 de marzo de 2010

QUISE ACARICIAR


Quise acariciar…
con mis manos el cielo,
pero estas quedaron
inmóviles e insensibles
para alcanzarlo,
como la estatua
que deja entrever
su gesto con esa pasividad
a cada instante que pasa.
Quise besar…
la dulce cara de la providencia,
pero mis labios
quedaron pálidos e inertes
como la luna cuando cae la noche.
Y entre palabra y palabra
la sombra de la duda
me hizo comprender…
que la verdad
solo es una ilusión
y que entre ésta y la muerte
solo existe la comprensión de que
todo depende de un suspiro.

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