jueves, 8 de octubre de 2009

AQUEL DIA DE VERANO


Como la corriente…
mis pensamientos van deslizándose,
hacia el amor y el recuerdo
de aquel momento
que nuestros sueños
llamaron insistentemente
en nuestra puerta.
Nos hicieron llorar
con la emotiva canción
que acariciaba nuestros oídos.
La dulce y suave
brisa que un día de verano
calmó nuestros deseos
y nos abrazó
haciendo que nuestra alma
sollozara cuando en un triste adiós,
separó como un hachazo
nuestros corazones
que sellados en abrazos
y aun cogidos de la mano
eran arrancados
el uno del otro
llamados en la lejanía
que el tiempo despojo
con vehemencia
y ciego de nostalgia.

2 comentarios:

  1. El recuerdo duele. Hay que seguir, dejar que sea eso, un recuerdo. Y seguir soñando. Siempre vendran ilusiones nuevas.Es muy bello lo que escribes, tiene mucho sentimiento. Un beso

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  2. Muy bellas recordações de "um dia de verão".

    Parabéns!!

    Um abraço do Rio de Janeiro

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