lunes, 26 de octubre de 2009

COMO DOS NIÑOS


Corríamos cogidos de la mano
como dos niños
con sus sueños escapando
en sus juegos,
con sus ansias
amamantando su inocencia
y engarzando entre sus labios
aquellos besos que
llenaban con ilusión
la dicha de estar enamorados
y a la vez la ansiedad
que un alma en pena
aloja en su desgastado hálito,
batallando entre risas y risas
agolpando sus miedos
entre esquina y esquina.
Y al final
como dos burbujas
que se pierden en el aire...
volaron sus vidas
entre caminos distintos.
Como sombras que se desvanecieron
en la penumbra
como caricias que se durmieron
en el atardecer de un amor.

1 comentario:

  1. Siempre queda la esperanza y la ilusión de volver a caminar. El amor hay veces que duele demasiado.Un bello poema. Un beso

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