Vinieron a mi…
recuerdos
ya pasados
de sueños y alegrías,
sensaciones...
e
ilusiones
que
creí no volverían.
Pero
aparecieron
los
intente reprimir
con
toda mi fuerza
pero
a la vez
se
fueron agarrando mas a mi alma.
cerré
con la llave de la puerta
que
abre el corazón
y
la quise esconder
pero
la puerta se abría,
dejando
entreabierto un lugar
para
un gesto, una mueca
un
suspiro .
Pero
lucho porque no sea así
con
el riesgo a perderte
que
no quisiera
entre
el remordimiento y el deseo
entre
una sonrisa y una lagrima
he
aprendido a estimarte.
Viniste
a mi…
para recordarme
lo
que había olvidado
a
darme un regalo de vida
en
un sueño imposible.
Y cada cabello blanco nos recuerda nuestro destino, abocado, por más que nademos a contracorriente, a desembocar en las aguas del Lete. Y cada vez que Aisa nos arrebata un ancestro cortando su oro nos recuerda el memento homo del que nadie escapa. Y cada vez que Hipnos nos lleva a los brazos de Morfeo al despertar de nuevo sabemos que pronto será Thanatos quien nos haga caer en el sueño, ya no profundo como hace su hermano, más sino eterno.
ResponderEliminarY al mirarnos al espejo un día más descubrimos que nos conocemos cada vez un poco menos.
Y rogamos a Lete que no nos fuerce a beber de sus podridas aguas en el camino y cerramos la boca para no tragarlas mientras nos arrastra la corriente por no dejar que el olvido nos enciegue con el temido alzheimer...
Y por más que yo pienso y le doy vueltas, como no encuentro respuestas, solo me digo a mí misma que si solución no existe mejor es divertirse y vivir cada día como si fuera el último, a tope, al límite y amando a todo, respire o no respire...
bonita contestación.
ResponderEliminar"Los recuerdos nos llaman/siempre insisten
ResponderEliminarno soportan que los abandonemos
y tienen toda la razón del mundo
porque son los ladrillos del pasado
la memoria es tan fiel que los archiva
por orden alfabético y por zona
para que así podamos encontrarlos
cuando nos hagan falta en pleno insomnio
los recuerdos son pedazos de vida
si los asimilamos con cautela
y los llevamos hasta nuestro roble
aquel que nos dio sombra en un verano
podremos repasar expectativas
posibles o imposibles/quién lo sabe
los recuerdos nos llevan al origen
se convierten de pronto en la semilla
de las oscuridades y las luces
que vinieron después y despacito
con la memoria vamos y volvemos
por todos los caminos del terruño
ah pero los recuerdos nos esperan
en la aglomeración de las llegadas
y desde luego los recuperamos
porque son hijos de nuestro pellejo
de nuestras glorias y nuestras caidas
bienvenidos recuerdos no lo olviden
tienen hogar en nuestros corazones”
Mario Benedetti