sábado, 22 de octubre de 2011

ALMA APENADA

Corazón que huyes
de las tinieblas,
acercándote
a la oscuridad de la noche.
Buscando unas manos que te den cobijo
y sueñas…
sueñas con la espera,
pero también vives con la desilusión.
Y tras la luna siempre hay
esa cara oculta
que embriaga un atardecer
de pasiones
que vuelan en dirección
a un sendero
que roza la espesa vereda
hacia el cariño.
Pero enseguida
se rompen, se desgarran,
los deseos que llaman
abruptos a la puerta de la
esperanza,
que reviven un día tras otro
los recuerdos.
Al final la soledad
ahoga con sus fuertes brazos
el ansia de libertad
y de sentirte querida
aunque sea en el recóndito
rincón de un sueño.

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