viernes, 10 de julio de 2009

HAY VECES

Hay veces que necesito sentir la tristeza,
que necesito que alguien
me ofrezca lo que tanto se da hoy en día “desengaño”
para activar mi reflexión sobre la vida
sobre los valores
que hacen a las personas honorables.
Pero me da miedo
pues crece la desconfianza,
y no quisiera convertirme en algo que no quiero.
La vida te enseña es evidente,
los maestros no se forjan en dos dias
la rectitud se debe mantener en el mas alto pedestal
que la humanidad se digne a construir.
Se mezclan las emociones,
son sentimientos cruzados, adversos.
Sin uno... no puede existir el otro,
sin el otro... no se puede favorecer
la experiencia del aprendizaje,
y por lo tanto andar por el camino
hacia la maestría de la vida.

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